La segunda mano, la compra más sostenible.
Parece increíble que hace tan solo 3 años la segunda mano era algo que socialmente aceptábamos como “cutre”, estaba reservado a la gente sin recursos y ni se nos pasaba por la cabeza regalar algo que hubiese pasado por otras manos.
Estábamos lejos de la filosofía europea de países como Reino Unido donde esta forma de consumo está arraigada en la propia cultura.
Fue a finales de 1996 cuando llegaron a España los primeros establecimientos de este tipo, mientras que desde principios de los 80 ya existían tiendas de segunda mano en Europa, Australia y Estados Unidos.
La sociedad española partía con menos tradición en este tipo de mercado, que crecía tímidamente cada año, pero de repente llegó la pandemia y nos hizo replantearnos nuestro modo de vida.
Nos dimos cuenta de que podíamos vivir mejor con menos, que nuestro modelo de consumismo no es sostenible y de que tenemos una gran deuda con nuestro planeta.
La sociedad española sufrió gran un punto de inflexión en sus hábitos de consumo, y hoy, tres años después, seguimos evolucionando hacia un nuevo mercado al ritmo de una mayor conciencia medioambiental.
Compra sostenible
Las personas que optan por la segunda mano ya no solo lo hacen por el ahorro de dinero, que también, sino que una nueva motivación ha entrado en este juego: la compra sostenible.
Nos hace feliz poner nuestro granito en la economía circular y apoyarlo con compras/ventas de segunda mano. La preocupación por el Planeta, in crescendo, atrae a este mercado a consumidores que quieren alargar la vida de los artículos para evitar nuevas fabricaciones.
Además de estar mayor conciencia medioambiental, otras razones que nos han ayudado a madurar como consumidores responsables han sido el hecho de ser conscientes del ahorro, la vuelta al gusto por lo vintage, y sin duda Internet, que ha facilitado el intercambio de estos productos, con la proliferación de plataformas.
Cada vez más personas han logrado frenar su afán por estrenar y se plantean un consumo más sostenible que pasa por apostar por la segunda mano al comprar productos, pero también por alargar la vida de esos artículos que tenemos en casa y no usamos revendiéndolos.
Por apuntar solo un dato, en 2022 el número de consumidores que hicieron compras de segunda mano creció casi un 10% respecto al año anterior, según datos internos de nuestra compañía.
Evolución del mercado de segunda mano
El mercado de la segunda mano ha madurado de una forma espectacular estos últimos tres años. Ahora encontramos multitud de productos de cada categoría, hasta el punto de que es difícil no encontrar la modalidad usada de cualquier producto.
La imagen de bazar de reliquias ha desaparecido. El consumidor busca en la segunda mano un producto actual y en buenas condiciones, como un smartphone de una determinada marca, una televisión, un pc o una consola que haya salido recientemente a la venta.
De hecho, la electrónica de consumo es una de las categorías más vendidas en las tiendas físicas y plataformas de segunda mano.
Y es que la circularidad ya no solo es algo exclusivo de las empresas de compra y venta de segunda mano y eso es un claro síntoma de la concienciación hacia otras formas de consumo.
Cada día leemos en la prensa cómo gigantes de los sectores se suman a esta propuesta apostando por espacios en los que dar cabida a la segunda mano.
El mercado de segunda mano seguirá evolucionando y con él el perfil de los consumidores, que ya empiezan a demandar en los artículos que ya han tenido una vida que incluyan las mismas garantías que uno nuevo.
La certificación de los productos, en este sentido, cobra importancia y es requisito para la buena evolución de este sector.
Promover el cambio de hábitos de consumo para lograr un mundo más sostenible en lo económico, lo social y lo ambiental pasa por la dignificación de la segunda mano y la destrucción de las barreras mentales que todavía existen en los compradores.